sábado, 2 de abril de 2016

La pasta



Aunque parezca una cosa muy cotidiana, el cocinar pasta es todo un arte. Siempre escuchamos, que la pasta ha de estar al dente, que si no, no está bien hecha, que no hay que mezclar con la salsa....en fin, yo particularmente soy de la opinión de que, si a ti te gusta como está, que para ti está rica....¡¡¡Fenomenal!!. Aún así quiero dar unos consejos básicos para la correcta utilización de este alimento tan popular. Por supuesto no podía faltar en el blog.

Hay varias reglas de oro para la cocción de la pasta.





El agua de cocción:

Debemos tener en cuenta la proporción de pasta y agua para la cocción. Es muy importante hervirla en abundante agua, digamos que la proporción sería de el peso de la pasta multiplicado por 10, es decir por cada 100g de pasta 1 litro de agua. Debemos saber que la pasta cuando se está cociendo libera almidón y si hubiera poca agua, se pegaría y quedaría apelmazada, por no decir que la pasta aumenta considerablemente de volumen.

La sal:

La cantidad de sal que hay que poner sería 1,5g por litro de agua. Sí si, no te asustes, ten en cuenta que la mayor parte quedará en el agua cuando la escurras, y además hay que enjuagar.
Hay que echar la sal cuando empiece a hervir, porque si la pusieras antes retrasarías la ebullición. Y lo mejor es usar la sal gorda en vez de la fina, pero no es por nada en especial, simplemente es mas fácil de dosificar, pero si solo dispones de la fina, utilízala.

Como hervir la pasta:

Añádela cuando el agua empiece a hervir, justo después de la sal. Debes mantener el punto de ebullición constante. Remueve la pata sólo una vez, ya que si seguiste bien el paso 1º y el agua es suficiente, las mismas burbujas se encargaran de mantenerlas separadas. El tiempo siempre mirad las instrucciones del paquete, por regla general, la pasta fresca o la que vosotros mismos hagáis tardará entre 3 ó 4 minutos.

La salsa:

Una regla de oro y que debemos tener en cuenta. La salsa siempre espera a la pasta. ¿Porqué? porque la pasta, como mejor está es recién hecha.
Calienta la salsa en una sartén, lo suficientemente grande para que quepa la pasta y añádela y remueve. Pero ojo, solo en el caso de salsas calientes, si es pasta para ensalada, lo mejor es tener todo el aliño en el bol y a continuación añadir la pasta y remover.

Resumen:

Utiliza siempre pasta de calidad.
Pon el agua suficiente para que hierva con holgura.
Aunque parezca mucha, pon la sal suficiente.
Hierve la pasta el tiempo suficiente para que quede a tu gusto.
La salsa debe estar caliente. La pasta recién hecha.





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